Vistas de página en total

Translate

domingo, 30 de octubre de 2016

Un camino de 90 días desde casa

Todo empezó hace un año, mientras hacia el camino desde Le Puy en Velay en Francia, en mi cabeza empezó a fraguarse la idea de hacer un camino como se hacia antiguamente, salir desde casa, una idea descabellada pero que al mismo tiempo y en partes iguales me seducía y me atraía, mas aun cuando iba conociendo a peregrinos de diversas nacionalidades que habían salido desde la puerta de su casa.

Fueron pasando los meses y esa idea loca y descabellada iba tomando forma, ya que cada vez tenia mas claro que lo iba a hacer costara lo que costara, iba recopilando información, posibles caminos a recorrer, ya que tenia la opción de tomar el camino que pasa por la puerta de mi casa pero quería que fuera algo especial, algo que no hubiera hecho nadie todavía, así que opte por hacer varios caminos en un mismo recorrido, una parte del Camino del Sureste, Camino de Ucles, una parte de la Ruta de la Lana, una parte del Francés para por último hacer el Primitivo para llegar a Santiago y una vez allí como en mis últimos caminos dirigirme hacia el fin del mundo "Finisterre" aquel pueblo marinero enclavado en "Costa Da Morte"

La fecha prevista como mi anterior camino era para principios del mes de Julio o finales del mes de Junio, según se iban acercando las fechas, iba despidiendo de mis seres queridos, amigos y demás personas, los nervios se iban apoderando de mi, estaba ya todo preparado aunque esta vez los nervios eran distintos ya sabía que era un camino de más de 1.500Km y de mas 30 o 45 días.

Llegado el día de mi salida todo estaba listo, cerré la puerta y eche las llaves al fondo de mi mochila durante 3 meses no iba a abrir aquella puerta.
Cada paso me iba alejando de mí casa y me acercaba al punto de encuentro para recoger a unos cuantos amigos que caminarían los primeros días junto a mí!!

Una vez nos dimos los saludos correspondientes, emprendimos camino y sin saber porque a la hora aproximadamente de comenzar, mi mente hizo que mi cabeza girará hacia atrás y allí estaba aquella bonita ciudad rodeada de palmeras, me despedí de ella con un suspiro y seguí con la mirada de frente!!!

Con las primeras flechas el cosquilleo erizaba mi piel, los primeros monumentos y las primeras dedicatorias al camino hacían que llegásemos hasta a nuestro final de etapa donde se unirían otras 2 personas durante aquellos primeros días.

Los primeros días hasta que me despedí de mis amigos, fueron días de compañerismo, alegrías, risas y kilómetros compartidos, me despedí del último y a partir de ahí comenzaba mi verdadero camino.

Llego el primer día de caminar solo, una costumbre que cogí hasta llegar al camino francés.
Los días fueron pasando entre sol de justicia que hizo que tuviera que caminar con paraguas y a horas a las que nunca había estado acostumbrado en mis anteriores 4 caminos.

Caminaba por inmensas rectas donde perdías la nitidez del paisaje del calor que hacía, las grandes distancias que me separaban de pueblo a pueblo hacía que caminara por tierras de secano, tierras de D.Quijote, tierras donde hacía meses que no caía ni una gota de agua y por albergues donde el ultimo peregrino había pasado hacia semanas

Fui cruzando las tierras de Castilla la Mancha, recibiendo el cariño y apoyo de todas las asociaciones, peregrinos residentes de los pueblos que pasaba hasta llegar a Madrid!!

Una vez en Madrid caminaría de forma distinta a como estaba acostumbrado, ya que cuando caminas hacia "Campus Stellae" por la mañana siempre llevaras el sol a tus espaldas pero esta vez era diferente y los primeros rayos de sol impactaban cada día en mi rostro desde primera hora de la mañana.

Este camino que recorría por tierras madrileñas me llevarían hasta la ciudad de Cuenca donde fui agasajado por la asociación de dicha provincia y encima con la suerte de pasar allí 2 días y celebrar la fiesta del patrón el 25 de Julio con una cena con todos los miembros de dicha asociación.

Casi un mes caminando prácticamente solo, había sido hasta ahora un sin fin de rectas salvo alguna pequeña subida pero ya en estas tierras el caminar entre montes, dehesas y montañas me hacía más libre, mi olfato se había agudizado percibía la mayoría de los aromas de las plantas, se había incrementado mi aparato auditivo y diferenciaba los distintos sonidos, incluso mi capacidad visual había ido en aumento ya que divisaba las grandes distancias en el horizonte.
Pronto cambiaría mi forma de caminar estaba próximo a cambiar de camino como tenía planeado y caminar por el más que transitado camino francés desde "Roncesvalles" un shock total pasaba de estar haciéndolo todo solo a compartir innumerables situaciones con todo tipo de peregrinos llegados de todos los rincones del mundo!!!

Qué diferencia de camino, nada más llegar a Pamplona y esperando el autobús que me llevara a Roncesvalles entable conversación con Mario y su "amigo Manolo".
Entre conversaciones, risas y alguna anécdota llegamos a Roncesvalles un poco antes de mitad de mañana, demasiado tiempo por delante así que decidí caminar hasta Zabaldika donde conocería a gente que me acompañaría en mi camino hasta Burgos.
Los días transcurrían entre kilómetros caminados, conversaciones de todo tipo desde las más profundas hasta las más banales, silencios que se escuchaban, risas interminables, historias increíbles y situaciones inimaginables.

Burgos era casi parada obligatoria ya que empezaría mi quincena de hospitalero en "Convento de San Antón" en Castrojeriz. Pero antes de empezarla llegaría a Burgos de noche, hacia buen tiempo así que decidimos entrar en la cuidad burgalesa de noche para llegar a mitad de noche y celebrar las amistades encontradas y hacer una despedida como se merecían.

Dura la despedida, se iba una parte de mi camino, pero ya sabemos que las cosas en el camino son así, ese día fue un día extraño ya que iba llegando toda la gente que habíamos dejado la noche anterior en Atapuerca y todos me decían lo mismo, al final habéis caminado por la noche??
Y si, la respuesta siempre era la misma, una información rotunda y nostálgica al mismo tiempo, lo malo de todo esto, era que todas estas personas me recordaban a las personas que había despedido hacia unas horas y que habían caminando conmigo los últimos 10 días.

Al día siguiente tenia claro que quería caminar solo, no quería ir encontrándome a la misma gente que me había encontrado durante estos días de atrás y que tantos recuerdos iban a traer a mi mente, así que me desperté tarde y salí de la ciudad burgalesa con los primeros rayos de sol, no encontraba peregrinos hasta ya tomada la salida de la ciudad. Ese día fue un día extraño para mi pero con el objetivo de llegar a aquel antiguo convento de San Antón que ahora después de varios siglos había sido habilitado como albergue de donativo dando la hospitalidad que se daba antiguamente.

Llegue a San Antón, salude a los hospitaleros que allí se encontraban a una de ellas ya la conocía del año anterior, el otro lo desconocía, era un chico alemán.
Estuvimos poniéndonos al día y bueno ya les dije que caminaría un día mas y que volvería para estar allí el día 14 como teníamos organizado.

Al día siguiente empecé a caminar como es costumbre en mi sobre las 8:00 am y llegados a Castrojeriz me encontré aquel chico murciano que iba haciendo el camino con su perro, al final entre conversaciones banales y profundas llegamos a nuestro punto final por aquel día!!!

Una vez llegados a Convento de San Antón me ponía a recoger el testigo de los hospitaleros para estar aquella segunda quincena del mes de agosto que tenia por delante!!!
Los 15 días que pase allí en San Antón me valieron para tantas cosas que seria imposible, transcribirlas todas, pero fueron 15 días donde, fui participe de historias extraordinarias, conocí infinidad de gente, tanto peregrinos como gente que vivía en los alrededores del Convento "Villaquirant" - "Castrojeriz" al final después de 15 días y de idas y venidas era uno mas del pueblo!!!

Una vez terminada mi etapa de voluntariado, volví a coger mi mochila, la que durante 15 días había estado descansando de camino, en realidad tenia ya ganas de volver a sentir su peso sobre mi espalda, el ajustarla y desajustarla 50 veces al dia, tenia ganas de caminar, en definitiva necesitaba estar en camino otra vez así que me dirigí a Oviedo!!

Nada mas llegar a Oviedo a eso de las 9:30 de la mañana me dirigí hacia su Catedral ya que de allí es donde comienza el Camino Primitivo, el primer camino de todos (por eso el Francés termina en Melide). Así que después de desayunar y dar una vuelta por Oviedo, empecé de nuevo a caminar aquel día era como si el camino empezara para mi, era una sensación extraña aunque mi credencial decía todo lo contrario, decía que mi camino había empezado hacia justo 2 meses!! Sabia que ya cuando llegara a Santiago todas las personas que me había cruzado por el camino francés ya habrían llegado y muchos de ellos estarían ya en sus casas de retorno, así que en cierto modo era un camino nuevo ya que las personas y demás que me encontraría serian totalmente desconocidas al igual que el camino que iba a recorrer.

Mi primera parada era obligatoria en Grado, ya que estaba de hospitalero un gran peregrino y además amigo, así que ese día aunque la etapa terminaba 5km después yo me quede en el nuevo albergue de Grado también gestionado por las F.I.C.S. la misma asociación que gestiona Convento de San Antón.

Una vez llegados al albergue pasado un poco el medio día nos fuimos a comer, estuvimos hablando de mi camino, de las vivencias que había tenido, cuando llego el dueño de Bodenaya otro albergue del Camino Primitivo y que tampoco conocía, pero que tenia que parar si o si por las recomendaciones de todos mis amigos peregrinos que ya habían hecho este camino, así que nos tomamos un café y ya nos despedimos, yo aun estaba con la mochila y sin ducharme y eran casi las 18:00 de la tarde.

Aquel día ya me había cruzado con gente, incluso al albergue llegue con una sobrina y un tío, que era la primera vez que hacían el camino!! allí ya en el albergue coincidí con unos andaluces, unas chicas italianas, las cuales con dos de ellas me las encontré mas tarde y fue una gran sorpresa.

Aquel día tocaba parada obligatoria, al igual que el día anterior había caminando 5 km menos de lo que se supone que marca la etapa, aquel día iba a caminar unos cuantos km mas de lo que marcaba el fin de etapa y todo se fue formando para que fuera una llegada a Bodenaya un tanto especial entre la niebla de los primeros días de septiembre, me volví a fundir con un entrañable abrazo con el hospitalero y dueño de aquel albergue y fue pasando la tarde entre charlas con los peregrinos que allí estaban y los que iban llegando y al final hicimos una pequeña familia.
Los siguientes días íbamos caminando como dije antes, una pequeña familia, íbamos coincidiendo en los mismos sitios para dormir, en las mismas paradas para descansar, aunque cada uno llevaba un ritmo diferente.
Los días por el camino primitivo iban pasando, conocíamos nuevas personas, otros iban quedando atrás, nuevos paisajes, vistas increíbles y dando pasos por donde habían caminando peregrinos hacia cientos de años como es la ruta hospitales!!

Que diferencia de camino, un camino casi plenamente entre bosques donde solo encontrabas 1, 2 o 3 bares en toda la etapa, justamente todo lo contrario que en el conocido y archipopular "Francés" por eso con la gente que caminabas había una sensación de unidad increíble, incluso con los peregrinos con los que no habías cruzado palabra salvo los "Buen Camino".

Otra vez llegados a Melide, volvíamos al transito de peregrinos que venían por el camino francés y esos pocos días que me separaban de Santiago fueron mas rápidos de lo normal, quería evitar toda esa gente que venia por detrás, una vez llegados a Santiago como siempre la visita a Praza Obradoiro iba a dejarme durante un rato pensando en todos esos momentos que había vivido durante aquel camino que parecía que llegaría a su fin pero no seria así.
Aun tenia que llegar a Finisterre y quedarme también de hospitalero en Corcubion otra villa marinera mas pequeña aun que Finisterre.

El camino de Finisterre, un camino pagano, no reconocido por la iglesia pero que ya es tan famoso como cualquiera de los otros caminos, como siempre espectacular, aunque en Galicia todos los caminos tienen algo de encanto no se si sera por eso de "Mouchos, coruixas, sapos e bruixas" pero fue un camino increíble.

Una vez terminado ya por fin mi camino, volvía como dije de hospitalero, ya tenia la experiencia de la anterior vez y esta vez fue algo increíble en un sitio muy tranquilo, donde cada día era una nueva vivencia, los días pasaban entre paseos entre montañas, visitas al pueblo, y momentos donde la mirada se perdía en el océano.

Una vez llegado el 30 de Septiembre y llegado el fin de mi voluntariado como hospitalero, pase mi testigo a los nuevos hospitaleros y volví a Finisterre para despedirme de aquel camino que había empezado hacia 90 días con una sensación que no puedo expresar con palabras.....


¿ Cual sera mi próximo camino? solo Dios y Santiago Apóstol lo saben